EL ARTISTA MALAGUEÑO AFINCADO EN ARCHIDONA PRESENTA EN LA SALA DE LA COFRADÍA DEL SANTO SEPULCRO UNA EXPOSICIÓN DE PAISAJES ÍNTIMOS Y TÉCNICAMENTE DEPURADOS
La sala de exposiciones de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad acoge desde el pasado viernes la nueva muestra del pintor Julio Sánchez del Olmo, una exposición que revela la plenitud artística alcanzada por el creador malagueño, residente en Archidona, y que podrá visitarse hasta el próximo 27 de octubre.
La propuesta expositiva reúne una cuidada selección de sus trabajos más recientes, centrados en el género del paisaje. Lejos de reproducir vistas literales, las obras de Sánchez del Olmo se presentan como evocaciones construidas desde la memoria y la emoción. “Han salido muy de mi interior”, confiesa el artista, que reconoce la influencia del entorno natural de la comarca de Antequera como fuente de inspiración recurrente.
Con una larga trayectoria tanto en el retrato como en el paisaje, Sánchez del Olmo demuestra en esta exposición un notable dominio técnico, así como una profunda sensibilidad para captar atmósferas y sensaciones. Sus lienzos escapan de la literalidad para ofrecer una lectura más introspectiva del paisaje, a medio camino entre la representación realista y la interpretación emocional.
La elección del espacio no es casual. La vinculación del artista con el mundo cofrade ha sido constante a lo largo de su carrera, habiendo realizado obras para numerosas cofradías y archicofradías andaluzas. La sala de la Cofradía del Santo Sepulcro, cargada de historia y tradición, se convierte así en el escenario idóneo para acoger esta muestra que dialoga con la espiritualidad del lugar.
Durante el acto inaugural, el consejero y antiguo Hermano Mayor Francisco Miranda reivindicó el papel de la cofradía como foco cultural de la ciudad. “Esta hermandad tiene una tradición ya larguísima, centenaria, de su preocupación y de su ocupación con la cultura”, señaló, recordando el valioso patrimonio artístico que atesora la cofradía, como su colección de estandartes de principios del siglo XX, con obras de figuras como José Moreno Carbonero o Pedro Sáenz, así como el trono procesional también diseñado por el célebre pintor malagueño.
El compromiso cultural de la cofradía está también motivado por su estrecha relación con la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, formalizada en 1981, y por la relevancia de sus Hermanos Mayores Honorarios, que son Su Majestad el Rey, la propia Academia y la Armada Española.
El evento contó además con la participación de la concertista Gloria Mónica Hernández, cuya interpretación al piano completó la velada inaugural y enfatizó el carácter multidisciplinar del programa cultural promovido por la cofradía. Un enfoque que, en palabras de Miranda, trasciende lo meramente expositivo para consolidar a la hermandad como un espacio vivo de encuentro y cultura. “Una hermandad tiene que ser bastante más”, concluyó, destacando el papel activo de la institución durante todo el año, también como miembro fundador de la Fundación Corinto.