La Laguna de Fuente de Piedra registra el mayor número de nacimientos de pollos de flamenco de su historia

Tras dos años donde no se ha podido celebrar por la falta de precipitaciones, el tradicional anillamiento anual de flamencos en la Reserva Natural de la Laguna de Fuente de Piedra ha vuelto este sábado 9 de agosto


La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Catalina García, ha visitado la Reserva Natural Laguna de Fuente de Piedra, acompañada entre otras autoridades por el alcalde de la localidad, Siro Pachón, donde se ha llevado a cabo el anillamiento de unos 600 pollos de flamenco común, de entre los más de 22.700 que han nacido este año, el mayor número desde que se tienen registros.

Esta ya tradicional actividad, que se celebra anualmente cuando las condiciones lo permiten y que a lo largo de las últimas décadas suma ya más de 20.000 pollos anillados, se ha desarrollado con éxito gracias a un dispositivo en el que han participado cerca de 400 voluntarios, en una de las principales acciones de conservación, investigación y educación ambiental en el territorio andaluz.

García ha subrayado que el anillamiento de este año «se ha podido llevar a cabo gracias a las excepcionales condiciones hídricas registradas en el mes de marzo, que superaron los 200 litros por metro cuadrado». Estas precipitaciones permitieron que la laguna alcanzara un nivel de agua de 54 centímetros, generando un entorno óptimo para el asentamiento y cría de los flamencos. «El agua ha traído vida. Y esta vida ha florecido en forma de más de 33.900 parejas reproductoras, que también es la cifra más alta registrada desde que en 1984 se iniciara el seguimiento de la colonia», explicó.

Durante su intervención, la consejera ha resaltado «el carácter extraordinario de esta jornada, en la que se combina el conocimiento científico con el compromiso social y ambiental de cientos de personas«. Así, ha afirmado que «en tan solo tres horas se logra capturar, identificar, medir y liberar a cada uno de los ejemplares, en una operación perfectamente coordinada que es, sin duda, un esfuerzo titánico que merece nuestro reconocimiento».

El marcaje individual que se realiza de estos pollos de flamenco común permite realizar un seguimiento exhaustivo de la especie sin necesidad de recapturas, lo que ofrece información de gran valor sobre su comportamiento reproductor, sus rutas migratorias o la utilización que hacen de los distintos humedales del Mediterráneo y África noroccidental.

En el acto también han estado presentes el director general de Política Forestal y Biodiversidad, Juan Ramón Pérez Valenzuela; el delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Málaga, José Antonio Víquez; la directora de la Reserva Natural Laguna de Fuente de Piedra, África Lupión; técnicos de la Agencia AMAYA y del Zoológico de Córdoba, además de agentes de Medio Ambiente, Guardia Civil y Protección Civil; así como varios concejales del Ayuntamiento de Fuente de Piedra.

La Laguna de Fuente de Piedra

Situada en la provincia de Málaga, está reconocida como Humedal de Importancia Internacional desde 1983 en virtud del Convenio Ramsar. Esta categoría destaca su papel clave como hábitat de aves acuáticas. «Es un referente nacional e internacional en conservación de humedales», ha destacado Catalina García, quien ha recordado que, además de ser Reserva Natural, el enclave está incluido en la Red Natura 2000 como Zona Especial de Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

Además del flamenco común (‘Phoenicopterus roseus’), otras especies como la grulla común (‘Grus grus’), en su paso invernal, o la pagaza piconegra (‘Gelochelidon nilotica’) como reproductora, encuentran en este espacio condiciones idóneas.

«Cada año, este humedal demuestra el valor de conservar, de gestionar con criterios técnicos y de apostar por la participación ciudadana como aliada imprescindible», ha dicho la consejera, que, en este contexto, ha remarcado la inversión de alrededor de un millón de euros que el Gobierno andaluz ha ejecutado de Fondos Next Generation EU del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para el acondicionamiento de la laguna y su entorno.

Operación de anillamiento de flamencos, paso a paso

La actividad de anillamiento daba comienzo en la madrugada del viernes 8 al sábado 9 (a partir de las 4 de la madrugada), con la entrada de los grupos de captura en la laguna, que el día anterior tuvieron una charla previa para informarles del procedimiento que se iba a seguir, para conducir a los pollos no voladores hacia el capturadero. Una vez en el corral, los ejemplares han sido trasladados uno a uno hasta los grupos de marcaje, donde se les han colocado anillas de metal y plástico, además de tomarse medidas morfológicas, muestras biológicas y el peso, para su posterior liberación. «El rigor del protocolo y la experiencia acumulada de casi cuatro décadas garantizan que el proceso se realice sin riesgo para los animales», ha señalado Catalina García.

El operativo ha contado con la participación de anilladores expertos, técnicos medioambientales, gestores de espacios protegidos, Agentes de Medio Ambiente, técnicos de la Agencia AMAYA, investigadores, estudiantes y vecinos de Fuente de Piedra, que viven con entusiasmo este evento cada verano. «Es una actividad científica, pero también una fiesta de la naturaleza. Fuente de Piedra se transforma estos días en un centro de encuentro entre generaciones, saberes y valores compartidos», ha comentado la consejera.

La planificación y ejecución del dispositivo ha sido liderada por el personal de la Reserva Natural con el apoyo de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía. Además, ha contado con la colaboración del Zoológico de Córdoba, que ha estado preparado para atender a cualquier ave que pudiera resultar herida, así como de Protección Civil, la Guardia Civil y el Ayuntamiento de Fuente de Piedra, que ha cedido sus instalaciones para la acogida de los voluntarios. «Esta coordinación entre administraciones, entidades y ciudadanía es ejemplo del modelo andaluz de gestión del medio natural», ha sostenido.

La financiación del operativo ha sido asumida por la Dirección General de Espacios Naturales Protegidos, a través de su Servicio de Promoción de la Sostenibilidad, que ha sufragado los materiales necesarios, como las anillas, camisetas identificativas y el desayuno ofrecido a los participantes. También ha impulsado un campo de voluntariado ambiental de ocho días vinculado a este evento.

Más de 20.000 ejemplares anillados

Desde 1986, año en que comenzaron los anillamientos en la laguna, se han marcado ya más de 20.000 ejemplares. «Cada anilla es un dato, y cada dato es una herramienta para proteger. El conocimiento es nuestra mejor arma frente a las amenazas que sufren los ecosistemas acuáticos», ha indicado la consejera, aludiendo a retos como la sequía o la pérdida de hábitats. «Sabemos que la conservación solo es efectiva si se basa en ciencia, compromiso y colaboración, y este anillamiento reúne los tres pilares», ha añadido.

Catalina García ha insistido en que la protección de los humedales andaluces «es una prioridad para el Gobierno andaluz, porque son esenciales para la biodiversidad, el equilibrio hídrico y también para la adaptación al cambio climático». En ese sentido, ha recordado que la Red de Humedales de Andalucía es una herramienta clave de gestión integrada del territorio, con una visión ecosistémica y transversal. «Hoy celebramos una acción concreta, pero forma parte de una estrategia más amplia para garantizar que estos espacios sigan siendo refugio de vida para las generaciones futuras», ha agregado.

El anillamiento en la Laguna de Fuente de Piedra es también una poderosa herramienta de educación ambiental donde niños, jóvenes y adultos participan activamente en un proceso donde aprenden sobre ecología, comportamiento animal, conservación y responsabilidad ambiental. «Aquí se siembran vocaciones y se despierta conciencia», ha reseñado la consejera, convencida de que «esta experiencia deja huella, tanto en quienes participan como en quienes la observan desde fuera».

La mañana ha transcurrido sin incidentes y en un ambiente de entusiasmo y emoción. Al finalizar la operación, los voluntarios han intercambiado experiencias, fotografías y abrazos, sellando así una nueva edición de este evento que, más allá de su dimensión científica, encierra un profundo valor simbólico para Andalucía. «Cuando cientos de personas se movilizan en torno a un humedal, un ave y un objetivo común, el mensaje es claro: cuidar lo que somos y cuidar lo que es de todos», ha concluido.